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viernes, 26 de enero de 2018

ENCUENTROS EN LA PRIMERA FASE

En el momento de agacharme a recoger el capuchón del bolígrafo vi una sombra grande. Encima de mi cabeza un platillo volante zumbaba en suspensión. Miré a los lados y no había nadie, cosa nada rara, eran las tres de la tarde en el callejón que conduce a la puerta trasera del periódico. Entonces estoy sólo en la calle de redacción con un platillo volante fijo sobre mí. Pienso en correr, no me hubiera gustado ser abducido, he visto en muchas películas como examinan los genitales y te operan el cerebro.
 La nave espacial parece un huevo frito, de hecho, caso de abrir su escotilla, igual aparece un pollo chamuscado. Gira a derecha, luego a izquierda, se inclina, zumba de nuevo, gruñe un pitido.... me siento observado. Pienso y deduzco que nadie habita en el platillo, es el ovni mismo el ente, el extraterrestre, el allien. No debo de haberle interesado, suelta un pequeño flash fotográfico, dice ziuuuzìs, y sube a las alturas a una velocidad increíble.
 Entonces aparece detrás de los contenedores de la basura Amparo, una compañera fumadora empedernida que debe de haberse escaqueado. ¿Has visto la nave?, le digo. Me mira con cara de pocos amigos y murmulla algo inteligible. Enciende un cigarrillo negro y marcha mirando su celular. El rumor del aire suena... ziuuuzís.   


ESPERANDO EN EL AMBIGÚ

Dejándose llevar por la suavidad del licor, anís seco con agua e hielo picado, entretuvo su tristeza en las mesas de al lado. En este sitio, le habían advertido, no estará más de diez minutos. 
Una señora tomaba asiento al fondo. Pidió, creyó entender, cointreau. Aparentaba cincuenta y pocos, rubia teñida, de belleza innata. Sin dudarlo se levantó con su vaso en la mano y fue hasta ella. Encantado. Hola, le dijo. No sé que es lo que hago aquí, me han dicho que serán unos minutos, respondió. Te comprendo, yo estoy igual, (el camarero, atento, sirvió el cointreau).
 Habrá que brindar. No me gustan los brindis, nunca me han gustado. Como quieras, pero, ¿qué más da?, en esta situación.... Ella le cogió la mano, se la apretó, era evidente que necesitaba sentir alguien a su lado. ¿Y luego, a dónde iremos?. No me lo han dicho, en realidad todo es un poco sorpresivo, no imaginaba qué... ¿qué?. Pues que íbamos a estar así, tomando copas después de morir, esperando el siguiente paso. Yo tampoco, dijo ella, además, es mejor estar juntos. ¿Sabes?.... ¿Sí?...... Falta música.