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lunes, 25 de diciembre de 2017

EL ASESINATO DE EDUARDO DATO, (golpe perfecto)

Si algo no se podía perdonar al jefe del gobierno Eduardo Dato era, entre tantas otras cosas, la aplicación de la Ley de Fugas a partir del 20 de Enero de 1921. Aquello favorecía la guerra sucia oficial contra el movimiento sindical. La resolución estaba tomada, el  anarquismo debía de dar un paso adelante en la propaganda por el hecho. Dato estaba condenado.
Pedro Mateu, Nicolau Fort y Ramón Casanellas formaban parte del comando. Su juventud libertaria rebosaba idealismo y conciencia de clase. "Èramos tres jóvenes con vida sindical intensa y decidimos redimir al proletariado catalán de la represión". El golpe estaba estudiado. Sabían  del recorrido  invariable y que el Hudson donde viajaba el presidente frenaría a la altura de la plaza de la Independencia. Mateu, Fort y Casanellas consiguieron en Barcelona una moto con sidecar. Concretamente una Indian color gris de 7cv. Pagaron 5.100 pesetas a regañadientes, pues Mateu, buen mecánico, consideraba injusto el precio. Con algunos retoques personales, aquella moto iba a cumplir con la encrucijada de la historia. El día 8 de Febrero de 1921 esperaban los tres anarquistas la salida de Dato. Conducía la moto Casanella, Nicolau en el sillón de atrás y Mateu sentado en el sidecar. El Hudson presidencial con placa distintiva del servicio de Automovilismo Ràpido Militar AR-121, arrancó confiado. Detrás iba el auto del ministro de la Guerra que acabó separándose en Cibeles. Según lo estudiado tomaron el rebufo del auto.
Eran las 19'14 cuando a la altura de Independencia el coche oficial frenaba. Se colocaron en paralelo y, comprobando desde la ventanilla la presencia de Dato, vaciaron los cargadores de las pistolas. El coche fué alcanzado por 18 disparos y los daños ocasionados ascendieron, (cuentan las crónicas) a 2.000 pesetas. La Indian gris huía veloz del lugar y el presidente Dato mantenía hacia atrás su cabeza ensangrentada. Había muerto en el acto por heridas de arma de fuego en la región frontal-parietal-izquierda. Era la misma medicina que se aplicaba en la Ley de Fugas.
Casanellas logró huir a la URSS y volvió a España en el año 31 convertido en comandante de aviación. En el 32 organizó el partido comunista de Cataluña. Se benefició de una amnistía otorgada por la II República. En el año 33, en Brunch, y acompañado de Barrio, compañero del PC, chocó contra un turismo falleciendo en el acto.
Nicolau Fort huyó a Alemania después del atentado. Desde allí se le extraditó y se le conmutó la pena de muerte. Salió del penal del Dueso y murió en plena batalla durante la guerra civil.
Pedro Mateu fue detenido y condenado a cadena perpetua. Durante la segunda república fue puesto en libertad y combatió con la CNT en el frente de Aragón. Al final de la guerra acabó internado en el campo de concentración de Argeles. Montó un taller de motos en Francia. Nunca se arrepintió del atentado y siguió con sus convenciones libertarias hasta el final de sus días.
El siglo comenzaba a endiablada velocidad. Asesinos y asesinados, que a su vez eran igual de asesinos. La idea, la represión, la lucha, grandes pulsiones sociales latiendo en el centro de la historia.

SECRETÍSIMO

Uno de los inconvenientes de pertenecer a una asociación secreta es que no se lo puedes contar a los demás. La policía, por ejemplo, tiene cientos de secretas que todo el mundo conoce. No hay asociación en la historia que huela tanto como la poli. Una vez, en una detención, una brigada de montajes inciertos había tomado la calle secretamente. Jardineros, repartidores, un señor echando una carta en un buzón, madres con carritos de la compra, perros  orinando en las farolas. Todos eran policías secretas. El malo de la cuestión, argot policial americano hollywoodense, dobló la esquina de su calle y al ver el panorama, al olerlo, al vaya usted a saber cuantas cuestiones de percepción secreta, se dio cuenta que nada de lo que había allí tenía porqué estar. Así que giró y se largó avenida abajo mientras los policías deshacían sus disfraces en el enfado.
Esta mañana me han propuesto entrar en una hermandad secreta. Como sigue siéndola, no voy a explicar por entero a que se dedica. Para saciar su curiosidad, amigo lector, acaso sólo comentar que es de naturaleza sexual. He dicho que no a la invitación porque uno tiene su edad y  problemas añadidos que secretamente procuro controlar. La señora que me propuso el asunto se llama de otro modo, viste como no ha de vestir y se desnuda siempre oculta tras el biombo en una habitación que tiene en una casa secreta, normalmente vigilada por policías secretas que sospechan que una asociación de carácter secreto tiene o podría tener allí su sede secreta.

LOS DOS PIRATAS BARBARROJA

El marqués de Comares, a la sazón gobernador de Orán volvió de la ribera del río Salado con un saco de tela ocre, sucio y ennegrecido. Postrándose antes Carlos V arrojó el sayo a sus piés. Señor, dijo, helo aquí. Del saco extrajo por los pelos sujeta la cabeza de Arudj. Los ojos vueltos, la boca con mueca y aquella barba rojiza que tanta fama le había dado. La misión estaba cumplida. Sin embargo el problema lejos de concluir, tomaba un nuevo cariz que quebrantó la tranquilidad del rey durante largo tiempo.
Barbarroja era un pirata berberisco que lució sus artes desde 1492 hasta bien entrado 1571. Bueno disculpen, Barbarroja no era un pirata, Barbarroja eran dos piratas: Arudj  y Khayar Ad- Din. Dos hermanos nacidos libres y cristianos en la ciudad de Mitilene, en la Lesbos otomana. Ambos abrazaron bien pronto el islam. El apodo proviene del primero de ellos que tenía esa tonalidad en el cabello. Arudj odiaba, al contrario que su hermano, (más estratega), las intrigas políticas y su ambición era ser rey de Argel merced al poder de sus barcos y sus hombres. Khayr se puso al servicio de Selim I, sultán de la sublime puerta, amparado por los turcos. Las temibles acometidas de Arudj dieron resultados: provocó una campaña punitiva que terminó con la toma de Argel, Orán y Bujía por Fernando el Católico, empecinado en derrocar al corsario pelirrojo. Los argelinos se sublevaron y pidieron ayuda a Barbarroja y a otro corsario llamado Selim ed Teudmi. Durante aquél enfrentamiento hostil Arudj perdió un brazo, pero salió fortalecido en su poder, además mató a su acompañante Selim, obstáculo político hasta entonces en su pretensión al trono de Túnez, trono que una vez conseguido provocó las iras de Carlos V, que rápido ordenó dar muerte a cualquier precio a Barbarroja.  Y vuelta al principio del relato: una vez decapitado el corsario, no llegó la tranquilidad para los españoles, al contrario. El menor de los hermanos le sustituyó como rey y usò la protección del sultán otomano Selim I. Tras tomar posesión del reino dividió su flota entre sus tres lugartenientes en la piratería: Dragut el turco en el Adriático, Aidín el renegado en el Levante español y las Baleares y Siram, judìo de Esmirna, castigaría Córcega, Cerdeña y Sicilia. El nuevo Barbarroja demostró arrestos cruzando el estrecho y atacando los galeones que procedían de América. Cuentan que en las Baleares las casas se construían al abrigo de las colinas con el fin de que no pudieran verse desde el mar, y a los edificios los rodeaban de espinos naturales plantando higueras para que con sus pinchos se dificultara cualquier ataque. Estas higueras en catalán aún se llaman "figueres del moro". Igualmente en Menorca, (Santiago Tarín dixit), quedan vestigios de murallas levantadas contra los piratas, así como una calle llamada Degollador, evocadora de las luchas que entonces tuvieron aquellos hombres.  
La carrera en la piratería de Barbarroja terminó con el asalto a Pineda, Barcelona, en 1545. Después se retiró a su palacio de Estambul, donde dicen que finalizó sus días viviendo a tope, rodeado de manjares, oro y mujeres. Murió a los 66 años.
El fin de la piratería berberisca concluyó con la batalla de Lepanto, después los piratas del norte de Àfrica no fueron más que simples aventureros que sobrevivieron en Argelia hasta que los franceses acabaron definitivamente con ellos en 1830. Pero esa ya es otra historia. 

60 DECAPITADOS

En un aeropuerto yanqui han interceptado un cargamento con 60 cabezas humanas. 60 cabezas sin tronco ni extremidades, dispuestas para un quirófano de lujo o un taxidermista extravagante. Uno se pregunta como han ido a parar las testas delante de un funcionario de aduanas de, por ejemplo, Arkansas, que es una ciudad en la que nunca estaré, pero que queda estupenda como referencia de lejanía. Lo que parece claro es que las cabezas empaquetadas, cabezas exprés debidamente pasadas por tarifas de correos, pertenecieron en un momento a otros 60 cuerpos. También ignoro si los cuerpos pertenecían a sus testuces, o si, como el caso del Yak 42, cuello abajo iban por aquí y las cabezas por allá.
Me intriga el ritual de la decapitación. Todos sabemos que los cuerpos son materia pura y que la cuestión ésta de las almas fue un invento de algunos para vivir precisamente del invento, que para eso, valga la obviedad redundatoria, son los inventos. Las molondras ausentes como punto de referencia dan para mucho: escritores mediocres, cual el que esto escribe, darían la suya propia por un tema diario tan recurrente como el paso por aduanas de decapitados. Aunque por aduanas intentan pasar a veces cuerpos completos, incluso vivos, emigrantes y otras subespecies, que, evidentemente, resultan muertos por otras cholas vacías dentro de uniformados sin alma. Cabezas solas, abandonadas a su destino putrefacto. O a la sala de anatomía. Tanto esfuerzo cerebral, tanta cultura, tanto sentir la vida como única e irreparable para acabar con el cerebro cortado en lonchas de salchichón de Vich, que dicen  es un gran salchichón. El caso de las testeras empaquetadas traerá cola. O no. Porque eso es habitual en Chechenia, México, Colombia, Yemen o el propio EEUU, donde dicen, existe un descabezado por cada cien metros cuadrados, cosa que como todos ustedes saben, no pasa en nuestro país, ilustre patria de insignes cabezas. O cabezudos.
 

GAGS Y OTRAS VARIANTES

El gag permite buscar en el espectador la sorpresa divertida. Otra cosa es lo que el espectador considere divertido. Un árabe se tronchará al lado de un evangelista si al pasar por la calle un resbalón fortuito con una cáscara de plátano hace que el personaje caiga al suelo, preferiblemente de culo. La comedia es un conjunto de situaciones que provocan el concurso directo, la interacción de los veedores. Un ruido considerado escatológico, una frase enrevesada, un error de apreciación, un guantazo de payaso, plás, trae carcajada. 
Los indios hurones, por ejemplo, se reían cuando despellejaban a cualquier explorador rostro pálido. Era tan aguerrido su espíritu de lucha, que oír y ver temblar o llorar a un hombre con larga cabellera, bigotes y barba, les llamaba a carcajada truculenta. Un verdadero gag. Otra comedia que inducía a la catarsis como divertimento era el viejo juego de la pelota empleando como balón una cabeza humana decapitada  poco antes en el altar. Todos corrían alegres y sonrientes, entretenidos con el sentido irónico del destino, casi siempre ordenado por los dioses. Cuentan que Reagan, aquél actor que llegó a presidente de los EEUU, activó la alarma de ataque nuclear por divertimento, a modo de gag profesional. Se partía el hombre el pecho con tamaña ocurrencia. Deducimos, pues, que gags hay muchos: Franco desfilando en su delirio por los pasillos del siniestro Pardo, Millán Astray enseñando su ojo cóncavo hueco, Queipo animando a moros y cristianos al despatarre de rojas, Urdangarìn diciendo que es duque empalmado  o Aznar hablando hace nada americano, o hace menos aún, prometiendo que sabe como salvarnos del caos absoluto. Él y ciudadano falangito Rivera. La divina comedia, ya saben.



DE FAROLAS E INDIGENCIAS

Leo por ahí que han detenido a alguien por conectar el suministro eléctrico de su casa a una farola del alumbrado público.  Llaman siempre la atención estas paradójicas noticias metidas con calzador. De hecho, rápidamente se les puede dar la vuelta como a un calcetín. Por ejemplo, en lugar de conectar la casa a una farola podría estar la farola conectada a la casa, que no es lo mismo, aunque parezca igual. Conectar una casa a una farola es hacer que la farola brille como una casa, lo contrario es que la casa luzca tímidamente cual farola.
 La cuestión es que la luz se hizo entre las tinieblas hilarantes de la pobreza, y aunque al individuo lo arresten por fraude al consumo del fluido eléctrico, las tinieblas, esas que aparecen dentro de la miseria y la indigencia, también deberían de ser arrestadas. Aunque, considerando los considerandos, arrestar tinieblas nos conduciría a otro terreno, tenebroso y malicioso en demasía, puesto que los ejecutantes, policías luminosos al servicio de la ley, la constitución y la buena observancia entre personas, igual son profundamente oscuros y nebulosos.
 Una farola, desde ahora, no es sólo un punto de luz en un callejón, es un faro grande que alumbra habitaciones y estufas eléctricas. En cuanto podamos conectarnos a ellas.

FERIA ESOTÉRICA

He visitado una feria esotérica, atracción paralela a la igual esotérica navidad. No se alarmen, no he acudido a ninguna reunión de señores imputados del partido popular, que en esta comunidad son casi todos. He andado por stands de vendedores, brujas, magos, chamanes, asesores espirituales, médiums y no sé cuantas gilipolladas más. En esta feria veo poco amor a la sabiduría y  mucho negocio boyante.  Resulta desesperanzador ante la obviedad de estafa. Medicina tibetana, pelos de camello de no se dónde, tarots, males de ojos, de amores,  de sexo, lectura de manos, de pies, ufos, talismanes, y velas, muchas velas, cientos de velas con diferentes propósitos. La industria de la cera puede estar tranquila y contenta. Y la del disfraz también, porque el asunto es un auténtico carnaval. Pañuelos, faldas medievales, parches en el ojo, escobas mágicas que no vuelan pero podrían hacerlo.  Charlatanes disfrazados dan la brasa a crédulos y crédulas. Cura enfermedades y mierdas embusteras. Veo que adulteran mitologías, los druidas celtas entrarían a degüello contra sus modernos seguidores.  Toda una cohorte de colgados, ilusos y semianalfabetos dan vueltas alrededor de este submundo. Triunfa la patraña cuarto milenista televisiva. Algún ilustre con traje presume de licenciaturas hablando de lo paranormal con normalidad. La paranormalidad de la pasta. Aburrido me las piro sin comprar ni un jade, prefiero coleccionar minerales correctamente.