No se que hay dentro de aquél cajón gris. Se oyen rugidos
apagados, siseos, pitidos agudos, se escuchan llantos, rasgueos de uñas
afiladas, gemidos, choques de colmillos. No sé que hay dentro de esa caja gris.
Ahora, en un rato, cuando Pandora salga de la ducha, le diré que la
abra sin dilación. Ella la trajo de su viaje.
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martes, 30 de enero de 2018
LA BIBLIOTECA DE BABEL
Ayer tarde volví a
quedar atrapado en la biblioteca de Babel. Desde 1941 cantidad de personas han
dejado la vida entre los anaqueles hexagonales de sus grandes salas. Borges advierte que en aquellos corredores y escaleras pulidas no hay un solo
bibliotecario y que el suicidio y las enfermedades pulmonares han destruido la
proporción de habitantes.
He dicho atrapado por ser leve, lo correcto sería amarrado, absorbido, exhausto al repasar cada libro de cuatrocientas diez
páginas, cuarenta renglones, ochenta letras de color negro. Todos los escritos
en el mundo en todas las lenguas del mundo, y la búsqueda sin certeza de un
único tomo que sea la cifra y el compendio de los demás.
Quizás no exista,
aunque Jorge Luis afirme que Letizia Álvarez observaba suma inutilidad de
la biblioteca: bastaría un solo volumen, narra, de formato común, impreso en
cuerpo nueve o cuerpo diez, que constara de un número de hojas infinitamente
delgadas.
Al crepúsculo la luz se tornaba rojiza, moribunda, la luna de Enero asomaba cuernos de rinocerontes blancos que inundaban el salón donde aún
permanecí cautivo de la biblioteca durante minutos inacabables. Porque el
cuento gira en torno al infinito. Al universo torrencial de irreparables
consecuencias. Vida y muerte como puntos delimitados, demiùrgicos.
Cuando cerré las
páginas sentí una liberación amarga, una excarcelación casual. He de reconocer
que he dormido mal, soñando con paneles de colmenas donde las abejas poseían
ojos hexagonales y los hexágonos ojos de abeja. Entre medio, todos los libros
del mundo sostenían los pilares del cielo.
LA PIERNA DEL PRESIDENTE SANTA ANNA
En el daguerrotipo de 1853 se le
aprecia estrabismo al cojo cabrón. Antonio López de Santa Anna fue hasta once
veces presidente de México, que se dice pronto.
Batalló contra todos, hizo
cuatro o cinco guerras civiles, se exilió, perdió, ocultó... así hasta morir a
los 82 años, ciego de cataratas, hundido en tequila y olvido. Se enfrentó a los
franceses cuando la guerra de los pasteles: el bloqueo del golfo de México y el
embargo le hizo marchar sobre Veracruz. Allí, la cañonería de los barcos
francos le arrancó una pierna. Pero no se amedrentó. Al poco haría un acto
funerario a su pierna amputada. Vendada en gasas y en cruces era expuesta con
honores en la hornacina de la catedral. Miraba el estrabítico cabrón sin saber
a quién ni a dónde. Porque los sucesivos pronunciamientos obligaban a sucesivos
conflictos.
No más que el populacho le expulsaba, tomaban calles matando colaboradores, para acabar dirigiéndose al templo y robando la extremidad, arrastrarla por el polvo de las calles, golpearla, tenderla en cualquier
árbol.
Santa Anna desde el exilio tomaba nota. Porque siempre retornaba:
¿ustedes
dirigieron la algarada?, bien, que los fusilen a todos al amanecer, a todos
menos a éste. Y se dirigía al tembloroso campesino mellado, sucio y piojoso
para volarle la sesera con un pistolón alemán que había conseguido no se conoce
dónde. A éste, -señalaba al muerto-, que lo cuelguen de una pata así ahora mesmo.
Y volvía al rito funerario de la pierna, rito con galas, directores, curas,
uniformes, medallones, putas de la oligarquía local, putas del lumpen
provincial. Ignoro cuantas veces la pierna aguantó el envite antes de pudrirse
entre vapores de restauración. Hervía México, su historia, la historia de sus
gentes.
Etiquetas:
Antonio López de Santa Anna,
cabrón,
cojo,
méxico
DOCUMENTOS
Documento en blanco: dícese de los bares vacíos.
Documento en negro: dícese de los bolsillos vacíos.
Documentos vacíos: dícese de
los documentos en blanco.
Documento en negro: dícese de los bolsillos llenos de bares.
Documentos en los bares: dícese del vacío documental, siempre
perdido en las rayas de cocaína servidas sobre tapas de porcelanas de las
cisternas de los retretes. (Viernes y sábado)
Documentos en los retretes: dícese de los díceses de los
escribidores.
Documentos dícese: dícese de los documentos propiamente.
Documentos en los documentos: indocumentables.
FÁBULA DE LA CIGARRA FABULADORA
Conocí al centauro Quirón. Sabio, elegante, lo vi
pasear entre flores por el monte Citerón en Tesalia. Supe de Acteón, Eneas,
Jasón y Medeo. También de Peleo durante sus aventuras en la corte de
Acasto. Quirón era inmortal pero fue
herido por las flechas empapadas en veneno de la Hidra de Lerna, disparadas por Heracles. Entonces
cedió su inmortalidad a Prometeo…….
Espere, espere,
a usted me refiero,…. ¿de qué habla?,…. No sabemos nada del tal centauro, mucho
menos de hidras, flechas ni Prometeo…. Lo nuestro es diferente, no puede dárselas de listo con ejemplos raros que
nadie conoce. Además no ha cumplido con la función que la
reina le encomendó……:
debe escribir sobre
la perfecta organización que nos hace sobrevivir a través de los siglos. Desde
que aterrizamos en este planeta hace un millón de años, hemos conseguido
perfeccionar el sistema: zánganos, soldados, obreros…. Creo que se le contrató
para eso, para que explique la maravillosa arquitectura social de nuestro
reino; en cambio, fíjese: nos habla de cosas raras, dioses, semidioses y
héroes. No hay más dios que el modus productivo, ni más sociedad que la
nuestra, pese a enemigos y desastres naturales, pese a conspiradores y
fabulistas…, eso, usted es uno de ellos, un fabulista…..¡¡¡
Me enamoré de Náucrete, más ella eligió a Dédalo y
engendró a Ícaro. De esta manera vago por campos y penumbras, dolido de amor, vate ocasional, juglar
borracho de anises...
Pare, se lo ordeno, deténgase, no es eso lo
encomendado, creemos que ha de salir de nuestra corporación. Es inaguantable el
sopor que causan sus palabras…. Fuera,
váyase a otra vida, la de los idealistas, márchese ya mismo, no conquistamos el planeta para aguantar tanta
palabrería, lárguese maldita Cigarra……
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