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jueves, 11 de enero de 2018

MOSCAS DE INVIERNO

 Las moscas aparecieron por diciembre. Encontraron un hábitat exacto en los botes de mermelada de melocotón de Mercadona y acabaron siendo plaga de barriadas. Viajan dentro del autobús, sobre los aires acondicionados o en cualquier sobaco sudado. Están en  bares, ocultas dentro de las ensaladillas rusas, los calamares a la romana, los huevos rellenos de atún con tomate. Moscas en mostradores, en cajeros, en las orejas de los perros del parque. 
Vino la policía a no se que historias cotidianas sobre pedigüeños que se apuñalan o vecinos que venden hachís malo en las bancadas de la plaza. Vinieron con moscas en sus gorras, cartucheras, en la pegatina facha de banderita española de la pipa, en los laureles de sus galones.
 No existen antídotos, si mueren, renacen; es un ciclo- bucle fantástico que empieza a preocupar a las autoridades, máxime cuando al hablar, alguna voladera asustadiza intenta colarse tráquea abajo usando sus lenguas como trampolines. Ahora mismo, tecleando, he dado muerte a cinco aladas y negras moscas. No quiero que aparezcan en mis sueños. Pero por desfortuna, siempre están. 


PERIPATÉTICOS

Veo a un grupo de alumnos tomando notas alrededor de una catedral cualquiera. Sus profesores, dos, se afanan en explicar las razones de la proeza arquitectónica. Deduzco, por el afán didáctico, que son peripatéticos. Peri ¿qué?. Peripatéticos, hombre, le digo a Adan. Adan no existe pero siempre viene conmigo, me acompaña a cualquier aclaración. No existe en el mundo que ustedes y yo concebimos pero sí en el mundo cuántico, así que está aquí y en otro sitio, el real, a la vez.  Los profesores, quizás sin saberlo, siguen la escuela aristotélica, caminan enseñando, hablan, opinan, crean. El nombrecito se las trae, reconocerás. No seas ignorante colega. Los peripatéticos eran conocimiento y vida, ambulantes, itinerantes, andaban, pensaban y leían bajos los arcos y soportales del Liceo, los llamados peripatoi. El ateo Estratón de Lampsaco, Aristóxeno, Sátiro, Teofrasto, Andrónico de Rodas, el mismísmo Eudemo, también de Rodas. Una banda de auténticos sabios, botánicos, filósofos, matemáticos, aunque como bien sabes en el mundo clásico todo era lo mismo, o lo que es igual, las enseñanzas componían un todo sólo separadas por las escuelas... Ni puta idea, dice Adan, si tu lo dices... yo entendía la palabra esa... peripatético..  como, no sé.. extravagante o ridículo. Así es alguna de sus acepciones, pero sólo con el devenir de los tiempos, se consideraba que cualquier enseñanza ajena al aula era heterodoxa, item más, si se caminaba....  ridícula, dices bien, estrambótica...    
 Los alumnos siguen tomando notas y fotos. Alguno me ha mirado de soslayo tomándome por un auténtico majareta al ver como hablo con mi amigo invisible, un amigo que no pueden ver. Disimulo, paso ante ellos deprisa, acordándome de Aristóteles. Adan me mira y comenta: peripatético, tío, lo tuyo es peripatético. No le contesto. 


DOS REALIDADES

Les explicaron que comprando la alcoba expuesta en el escaparate se llevaban a casa un universo paralelo. Naderías comerciales, diría el vendedor: el universo de la compra, ropero, cómoda, tálamo y mesitas, es intrínseco a la oferta.  Cuando montaron el dormitorio se apresuraron a estrenarlo. Ella descamisada, él despantalonado.
 En un pluff instantáneo aparecieron dos señoras señalándolos, más tarde un perro con una correa levantando la pata orinándose, y en menos de un segundo, otra pareja haciendo arrumacos, muy pendientes de la calidad del armario. Todos miraban por el cristal. Descamisada y despantalonado comprendieron que el universo paralelo consistía en  que el escaparate adquirido contenía por igual el exterior, público paseante, caminantes, días de sol y tormentas. Sin más lo admitieron, una oferta es una oferta, incluso le cogieron gusto. Al oír pluff sabían que se activaba el público y ellos, exhibicionistas, como tal actuaban. 

FLEMÓN

Los dioses de la enfermedad, incluso los de la medicina, han querido que amanezca con un terrible flemón en la parte izquierda de mi cara. Cosas del destino, la medicación y la mala calidad de vida sana que uno ha llevado. En tiempos indómitos todos los excesos del mundo se mostraban a mis pies. No tenía más que cogerlos, así que los cogía día sí, día también. Ahora, al tiempo, uno se pudre poco a poco. La senescencia comienza a manifestarse en la piel, los órganos dañados, el corazón como cafetera obturada, la boca por los suelos y el sueño, que no los sueños, escaso y sin calidad. El flemón de mi boca lanza otra vez avisos: he de enjuagarme las ideas, los topes violentos, las desidias. He de enjuagarme el desencanto, la rebelión contradictoria, la profusa facultad de enterarme de lo que va esta película, una mierda grande dónde siempre se repiten los esquemas. Lo dicho, día dental abrupto. Joder. 


OLÉ

Vino el ánima de España  a rescatarme de la podredumbre, la fiesta nacional, la fiesta de Blas, la cigüeña herida en el campanario, el obispo hinchándose a chistorra,  los albaricoqueros. Vinieron de la nada un puñado de anónimos fantasmas, ectoplasmas con etiqueta negra, negra de facha, negra de taberna a grito limpio y pelado.  Hablan algunos de una noticia local, puntual, hace apenas media hora entre cañas: A la tipa esa que ha abandonado al neonato en un portal  habría que encarcelarla. No, la pondríamos en la calle, amarrada, castigada. ¿Pero y si proviene de la marginación?, ¿Que mayor castigo que la marginación?, ¿porqué no cárcel a los que fabrican marginación?. 
Nadie conoce a nadie, olé torero y olé. España y yo somos así, señora. Me amenazan por el rollo de los toros y del despropósito neocon, métase usted los abogados del diablo en los cojones, métase usted las reflexiones en donde le quepa, esto es tradición, intocable, los santos, el cura con el badajo colgando, la luna que mira al toro enamorado. Pero yo me la llevé al río creyendo que era mozuela y luego tenía marido... extraordinario, machote, hombretón, prebenda, preboste, empalmado. Vino la España profunda a visitarme cuando yo dormía, vivan las cadenas, viva la sagrada cruz del monte aquél del pueblo aquél por donde pasa el río en el que te ahogaremos. Y ladran: cabrón, te has metido con las entrañas patrias, no eres normal, hay que castigarte porque insultas con el pensamiento, patán, gañán....., la selección, los ministros de guiñol, los toros y sus toreros, nuestras entrañas y olé. 

HEMORROIDES Y LECTURA


Al parecer el doctor Gutman, de Ohio, una autoridad en hemorroides, publica en su web que la sana costumbre de leer en el váter es pernicioso para las susodichas. Estar sentado sobre la taza porcelánica occidental resulta  altamente agresivo para las inflamaciones de los globos o cojines incrustados en la pared anal. El caso es que leer, así tal cual, nos retiene nocivamente en semejante posición hasta acabado el artículo, tal vez el capítulo y quien sabe, en algunos extremos casos, el cuento entero.
"Cultureta de váter" es el término acuñado en esta zona del mediterráneo para semejante práctica, por otro lado sumamente extendida. Yo mismo dispongo de un banco pequeño repleto de revistas y libros de arte para el momento de la suma ejecución. No hay nada más didáctico y reconfortante que comprender a los demás mientras uno evacua ideas contenidas. Ayer leía, me explica un colega ante el cual comento este asunto, a Benjamín Prado, sentado en el trono. Por casualidad había tormenta. Se fundieron poesía, excrecencias y truenos, en una triada mágica, subliminal, apoteósica. Y es que este colega es muy suyo y muy dado a las resoluciones escatológicas, cuestión por otro lado, altamente levantina. Entre hemorroides anda el juego. El doctor añade la lectura a diversas causas: mala alimentación, excitantes naturales y artificiales, pantalones estrechos, etcétera, etcétera.
 De momento decido seguir leyendo, (las mejores piezas sueltas de la literatura las he devorado en el váter) y decido conservar este espacio como segundo despacho. Las almorranas, pues, deberán esperar otra ocasión. Tal vez cuando me decida a leer las memorias de Aznar, ese gran hemorroidinámico de nuestro tiempo.






CONDONES Y PAPA

Para la iglesia y su Papa de Roma el mundo es un condón redondo pecaminoso, aunque en otro tiempo fue centro del universo. Recuerden a los inquisitoriales fundamentalistas: la tierra condón es el centro del universo y todo gira alrededor de ella, no al contrario. Ahora, en un giro condonciano, el Papa de Roma, unido a investigadores y teólogos con cabeza de condón, dice que el preservativo puede valer en algunos casos.
 La sexualidad  enemiga de la fe. De hecho, pajearse, asunto que lleva a cabo el noventa y ocho por ciento de los feligreses, es considerado pecado mortal. Hacer ayuntamiento fuera del sacro matrimonio  también, y hacerlo con condón, tres veces más pecado. Ahora parece que va a ser sólo dos veces. Albricias.
 ¡¡¡¡Condones hinchados brillan en las salas vaticanas. Condones usados brillan en las catacumbas. El mundo como condón. El látex adornando los sillones papales. Santos de puro látex. El papa se ha vuelto preservativo, vivan los condones !!!!!!.