Buscar este blog

miércoles, 17 de enero de 2018

ESPÍAS EN EL ORDENADOR

Me intriga que el avisador antivirus de este aparato diga cada nada que ha eliminado un programa espía, para, al instante, volver a ser espiado. Deduzco que el asunto se queda en la máquina, aunque ignoro si algún fotón ultramoderno es capaz de detectar lo que hago fuera de ella, por ejemplo ahora mismo, bocata de paté en ristre y yema de dedo tecleando.
 Si los espías que me espían acaban en el disco duro, quizás saquen alguna conclusión. Música, fotos artísticas y mucho texto, barullo de letras, cuentos de cuentista barato, amagos, borradores inclasificables.
 Puede por igual ocurrir que a alguno de éstos fisgones le guste lo que lee. Igual se apropia de lo ajeno y lo edita o cuelga en sitios de superior enjundia alcanzando el estrellato. El espía estrella me deberá, entonces, toda su gloria, sobre todo porque seguirá espiando y hurtando escritos. Habrá notado el ladrón si lo hubiere,  que cambio, varío y jugueteo las frases, estableciendo un caos temático que viene a ser sólo uno: la muerte y sus perseguidores.
Por eso me intriga, repito, que en este instante el antivirus parlanchín vuelva a avisarme que soy espiado. Seguramente lee lo que escribo on line, trabajando en paralelo su particular mundo de éxito. De ser así, le envío cordiales saludos. Antonio, un amigo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario