Molestias del viento contra los ojos, vaya ojos los de
usted que no ven pese a tanto mirar. Molestia de pestañas, molestia de
párpados con la mota de polvo que sobrevuela toda la costa blanca, acabada sin
más en el unguis que usted frota y frota con la yema del dedo, tenga cuidado,
hombre, que se va a quedar con el lacrimal en la mano y luego no podrá llorar,
ya, ya sé, no siga, usted no llora, usted no lagrimea, usted no se aflige aunque
la mota voladora escueza y moleste, sobre todo a estas horas, con la córnea
roja, la pupila derretida, el cristalino opaco, el nervio óptico
seccionado.....
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