¿Cuantos huevos fritos con jamón comió el difunto?.
Dos por día durante veinte años, unos 14.600, más o menos. Catorce o quince mil huevos con dos lonchas de jamón,
siempre para cenar. Sin excusas, primero el plato con las yemas y las claras,
sus puntillas tostadas, el pernil cortado en lonchas finas. Después lo demás, cualquier
cosa, sin empalagues ni disgustos, a conciencia.
¿Por eso le han puesto una chaqueta con manchas
amarillas?.
Oh, sí, él siempre decía que vistieramos su cadáver
antes de incinerar, y que la ropa, el blusón, tuviera manchas de aceite y
albúmina.
Veo que también han echado en la caja dos docenas
extra grandes de huevos. Sí, sí, así lo dispuso en vida. ¿Y... jamón?.
Ahora lo traen, han ido a envasar al vacío un cuarto
de kilo.
¿Todo eso dentro del ataúd?.
Claro, directo
al crematorio, el resultado será ceniza mezclada con su cena favorita. Hay que
respetar las últimas voluntades.
Pues tiene usted razón, no seré yo quién se oponga.
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