EL COME-LIBROS

Menciona en un apartado Bataille como supo del cuadro de Tiziano Veceillo, "Castigo de Marsías", gracias a la visita casual que hizo a Jacques Fernod, quién, en manera secreta, le dio la dirección del comedor de libros Arnaud, caso insólito pero real.

Acudió Georges a casa del devorador de libros con inquietud, presintiendo encontrarse ante un farsante o, en su defecto, ante un milagro de la naturaleza. "Arnaud es una persona normal, escribe Bataille, corpulento y barbado, vestía en ese instante un blusón negro y, tras los anteojos, los ojos le brillaban de manera especial. Una montaña de libros escalonaban su mesa, papeles, hojas sueltas, datos geométricos y astrofísicos, catálogos de arte.". Parece ser que nuestro escritor quedó impresionado, máxime cuando Arnaud, sabedor de su poderío, habló largo rato de Tiziano y del fauno Marsías, ladrón de la flauta de Atenea, colgado boca abajo y ordenado despellejar por Apolo, mientras Midas contempla la tortura pensativo y un perrillo lame la sangre derramada.

Luego, ante sus ojos, abrió un manual dónde aparecía la lámina del cuadro y, arrancándola, la tragó masticando . "Es mi costumbre, querido maestro, que ante cualquier comentario o sugerencia, una vez dilapidada la información, trague yo estas letras que ya antes partieron de la sesera." Parece que Arnaud, el come libros, devoraba unos cinco por día. "Mis excrementos, al contrario que el de las personas y su exceso de metano, son pura celulosa regenerativa".

Doy por casualidad con este curioso personaje y con Marsías, el fauno colgado bocabajo de un árbol, desollado como una res, abriendo el espacio barroco a las crucifixiones y demás corrientes oscuras de la pintura. Arnaud no aparece solo en los placeres de Gille de Rais de Bataille, leo otra mención al traga libros en un cuento viejo de Borges, ese actor italiano, ya saben, que publicaba cosas escritas por su alter ego Bioy Casares.