Buscar este blog

sábado, 20 de enero de 2018

INCOMUNICADO

 Un oficial de policía preguntó a los vecinos si en todo este tiempo no se habían dado cuenta. No sabemos, dijeron, la verdad es que cayó en el olvido, creíamos que estaba con algún familiar.
 Llevaba el esqueleto siete años sentado en el sillón del salón. Tenía un libro en los pies, seguramente se había caído de sus manos con la putrefacción de la carne. "La vida artificial", de August. Nada más apropiado.
El juez  ordenó que abrieran aquella casa. A la larga había sido denunciado por impagos bancarios. Cuando los cinco hijos del difunto fueron localizados, dijeron no saber que podía haber fallado, quizás, explicó el primogénito, falta de comunicación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario