Los
investigadores de la Nasa y otros organismos colaboradores han tardado en
comprender que la fotografía enviada por Hubble desde un punto llamado alfa,
pertenece a un cubito de hielo gigante. El cuadrado mide tres veces más que la
tierra y tiene una órbita presuntamente desconocida. Solucionada la ecuación,
llegan rastros, incluso restos, pertenecientes a un gran planeta tubular en
forma de copa.
Enseguida,
por pura deducción, se perpetúa la idea de un planeta-vaso gigante con una o
dos lunas de hielo a su alrededor. De ser así, sólo falta la bebida para
presentar un on the rock galáctico.
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