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martes, 16 de enero de 2018

DE CUANDO ME CONVERTÍ EN ASNO


Apuleyo, ay cuanto y cuando, Λούκιος ἢ ὄνος (Lucio o el Asno), se aparece en medio de la caminata de mendigos. Las ridículas aventuras de Lucio, joven viril obsesionado con la magia. Encontrándose en Tesalia, “cuna de la magia”, Lucio busca fervientemente la oportunidad de ser testigo de aquél uso. Su entusiasmo desmedido lo lleva a verse transformado accidentalmente en asno. Bajo esta forma, Lucio, miembro de la aristocracia romana, se ve forzado a ser testigo y víctima de las miserias de los esclavos y desposeídos, reducidos —al igual que él— a poco más que bestias de carga debido a la explotación a manos de ricos terratenientes........... He solicitado  ayuda divina y escucha de la diosa Isis. Con su interpretación lograré volver forma humana, para luego transformarme en un iniciado y dedicar semejante mísera y puta vida vida a los misterios y el culto de Isis y OsirisApuleyo soñado en la caminata hasta costa de cabo, algo anormal en los mortales de mi edad. 
El mar mediterráneo rompe bravío contra las rocas de poniente. Vaya metamorfosis de mierda, pienso andando, he pasado del insecto miserable kafkiano sobre el tapiz del salón, a las orejas colgantes del pollino.........

  •  Me encuentro con otros viajantes y sus relatos. Llegado a Hípata ,veo a Sócrates, por igual al adinerado Milón, su mujer tiene fama de poseedora de la magia. Más tarde aquello del asesinato y esas cosas, pobre de mí, felón urbanita........
  • Caen nubes grises en el cielo paupérrimo, y melancolías absurdas de burros, misión inoportuna. El congreso debate miserias urbanas, el desahucio me desahucia, los libros nos acongojan... ¿libros señor?, miserables de aquesto que llaman red. Transmisiones fallidas, teclas oportunistas,.........  presencien la transformación de Pánfila en macho cabrío; intrigado por este hecho sobrenatural,  también mi decisión de entrar al cuarto donde la hechicera guara sus embijes; deseo transformarme en pájaro pero, por equivocación de Fótide, me  convierto en asno. Y así galopo, cabo de huertas y mar trepidante haciendo espumas sonoras en las rompecrestas, imaginando caricias absurdas, soñando lo que nunca seré..... un asno decrépito que corre con su pésima sabiduría cantando aleluyas a nadie, mísero, infecto, desposeído del dios amor, cabizbajo y cansado........me hablan de Ítaca.... ¿es posible el ensueño para los entuertados?...

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