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viernes, 18 de mayo de 2018

DESFENESTRACIÓN

Corto con una tijera el reloj a las tres menos diez de la tarde. Rompo con mis dedos un agujero en el forro del bolsillo de la cazadora y escupo disimuladamente contra un cadáver en la acera. Todo es  espectáculo, detrás de las miserias personales forman los cordones de separación, las cámaras televisivas, los policías de servicio y los escaqueados, las motos de los guardias ordena- tránsito, que se valen del acontecimiento para fumar y el público en general, usted y yo. Con la barra de pan bajo el sobaco, o con la prensa matutina. Que miedo dice una señora. Un joven con granos en la cara le responde, miedo ¿porqué?, ya está muerto. Está muerto pero sólo se ve la sábana de aluminio dorada encima. Un muerto es un muerto, aunque se tire desde el cuarto piso. Era mayor, dicen, setenta años. Por eso la señora intuye miedo. Miedo de defenestración, lanzarse desde un balcón doméstico y morder acera o capó de automóvil. Corto con la tijera mi vida normal a las tres menos cinco. La vida es eterna. 

RECUERDO

Sabiendo del sinestésico Shereshevski, famoso memorizador, me asalta el extraordinario caso del joven Funes, protagonista de un cuento de Borges. Shereshevski llegó a vivir atormentado por su memoria. Le molestaba e irritaba la sobreabundancia de detalles triviales que guardaba su cerebro. Si leía una historia, aún no enterándose de lo leído, recordaba hasta el agobio todo lo que alrededor se movía, las nubes, el techo de la habitación, el número de palpitaciones de su acompañante, la calle estrecha que veía desde el ventanal, el olor, el sabor de ese olor... Funes el "memorioso" acaba sin estímulos hundido en una silla de su casa. Recuerda cada arruga de los rostros, la forma de las cosas, los sonidos, todas y cada una de las gotas de lluvia,... plim, pluf, tras.   Sabiendo de Shereshevski, atormentada mi vida en esbozos sucesivos de lo que fue u ocurrió, muero sin remisión frente al rayo de sol que penetra, castigado por la imborrabilidad de la persistente memoria.

lunes, 5 de febrero de 2018

TEST

Propongamos cualquier palabra al albur y apliquemos el espejo rápidamente. El experimento conducirá a palabras antónimas como reflejo inmediato. Por ejemplo: Muerte. Vida. . En alguna ocasión el subconsciente responderá rompiendo la norma. Ocasión. Baratija. Tiempo. Revuelto. Mapa. África.
Con las mismas creamos frases. En África el mapa se vende revuelto en el tiempo como baratija de ocasión. Pura vida. El juego conduce siempre a la primera palabra y rompe con sus espejos. Este tipo de escritura fue aplicado por Smith y  Horacio Thomas en sus tests de personalidad. El estudio revolucionó el psicoanálisis con datos apabullantes. De cada diez encuestados, siete, presentaron perfiles psicóticos. En cada frase especular la palabra muerte aparecía con constancia. Ustedes mismos, si gustan, pueden probarlo.


EL DEDO

Tengo un dedo herido desde hace  semanas. Tuvieron que coserlo, algo leve, dos puntos interiores y otros dos exteriores, sutura de combate.
 Creo que ha acabado infectándose. Escuece y duele. Lo he destapado de sus apósitos y una suerte de blanca  mezcla brota  entre las costuras. El dedo lo noto hinchado y tieso, no puedo doblarlo, absolutamente inflexible.
Desde ayer advierto que no huele bien y que se ha amoratado por minutos. Dudo bastante. No sé si ir al médico o seguir así, a la postre me quedan otros nueve que uso con absoluta normalidad.  
Caso de decidirme por la visita al doctor, temo que éste se vuelva a enfadar conmigo. Ya pasó algo parecido cuando tuvo que amputarme el pie derecho. 
Los mantendré informados.


IDIOMAS DE OTRA GALAXIA

Me he matriculado en un curso de idiomas interestelares. Concretamente en Algheim, lengua de los Algheimitas. Al principio dudaba sobre las posibilidades, pero este idioma es fácil. Casi todas sus expresiones son guturales y las más desarrolladas suelen ser composiciones de fácil elaboración.  Por ejemplo: Amor se traduce Nom probestic. Sì, se pronuncia guturalmente desde dentro de la nariz gn, y no desde el fondo del estómago krcc. Como aprecian, bastante simple.
 Al final he acabado saliendo con una Algheimita. No me importa que tenga cuatro pechos y cinco brazos. Tampoco que sus piernas estén rodeadas de escamas verdes. Que conste que lo hago por el idioma. 
Benzlsti anuek, o lo que es igual, a mi puto aire.


MORIR LEOPOLDO Y MORIR PANERO

Los papeles inundan esta mesa. Dos mil facturas y recibos, tres mil acuses de recibo, cinco mil apremios. Esta mesa no es una mesa, es una oficina descompuesta en cachitos de cotidianidad. Revuelan aros de cebolla frita en torno a ciudad Juárez.... cien cadáveres decapitados en contendedores ... bien asados, oiga, todo para usté compay.......
 Tengo prisa por acabar este día, aún no ha comenzado (están poniendo las calles), pero tengo prisa. Ojalá se disuelvan con prontitud las horas de largo, atrás Crimea, los tamtanes de guerra figurativa, la silueta del Burguer King en MoscúLeopoldo María Panero fumando en una terraza, en shock, siempre en shock, vaya pirado genial.... nadie, estaba solo, ya no queda ningún Panero.... "¿Qué es el destino?....Es un perro que ladra......este perro que nos persigue como una sombra infiel, insomne como la muerte purificadora que borra la memoria impersonal toda...."..Los papeles se amontonan, libros abiertos, sol a ráfagas inundando el salón.
Me agarro irremediablemente al pensamiento... a tus curvas cerradas, a las abiertas, me agarro a la asimetría de los pechos y al vacío de las pupilas brillantes, a las lenguas rojas como la sangre que nos aborda, la saliva que nos barre, el aliento que respiramos..... "Vivo dentro de la fantasía paranoica del fin del mundo y no solo no quiero salir de ella sino que pretendo que los demás entren en ella. Todas mis palabras son la misma que se inclina hacia muchos lados, la palabra FIN, la palabra que es el silencio, dicha de muchos modos", joder, cuanta coherencia en el delirio de los manicomios, "¿me das tabaco?, "La Danza de la muerte" (Igitur/poesía), es la publicación 24, sí. Hizo un prólogo Bernardo Atxaga; me hubiera gustado hacer prólogos, como Alberti en Roma. Bueno no, como Alberti no, de hecho había un cartel en su puerta que advertía "no se hacen prólogos".......".
Acelera, oh día, cumple tu misión y da la vuelta alrededor del mundo, gira de oeste a este, rota de una puta vez y agótate........" Más allá de donde aún se esconde la vida, queda un reino, queda cultivar como un rey su agonía, hacer florecer como un reino la sucia flor de la agonía: yo que todo lo prostituí, aún puedo prostituir mi muerte y hacer de mi cadáver el último poema"........................


ESBOZO DE PLEAMAR


Nunca subí al monte Capanne, ni divisé desde allí la isla entera, el rompiente de las olas, ni su muelle Portoferraio con el mismísimo Napoleón intentando regatear el precio de los atunes y bonitos medianos en la Caleta Giacomo Matteotti.
En realidad nunca he subido a ningún sitio, ni viajado, ni siquiera (no se apuren) más de quinientos kilómetros lejos de esta cabaña pre construida, un contenedor grande que sirvió de hospital provisional en las campañas anti droga de los ochenta.
Sube el sol por las crestas de mis sueños incumplidos. Que contradicción, que frase hecha estúpida, nunca tuve sueños, menos incumplidos. La vida se me escapó entre ratas de poniente, un puerto húmedo lleno de lamparones y orines, de furcias desdentadas y borrachos con barba de meses, viejos lobos de mar, hombres acostumbrados a solucionarlo todo con el cuchillo de cortar mojama... ¿sabe usted secar pescado en la eslora de una barcaza que se balancea entre olas de metros?, ¿sabe usted beber ron (dame aguardiente, joder) en popa, beber y vomitar a la vez contra el salitre pegajoso del disturbio marítimo?..... ¿letras?, ¿qué es eso, que idioteces son esas,? mira lo que canta el poeta loco antes de ahorcarse de la rama de un olivo seco: "No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos qué forman parte de nuestra rutina y nos minan meticulosamente como el tiempo".
Nunca estuve en las playas gemelas de Samson y Sorgente, ni presencié sacudido por el síndrome de Sthendal sus acantilados de oro, nunca besé a ninguna mujer en las arenas rubias de Colle d’Orano o Fetovaia, todo era falso, lo imaginé, en el peor de los casos fue una pesadilla febril, una mentira más en mi vida mentirosa, vaya selecto club de engañadores, tu te engañas creyendo que yo me engaño y que me engañas engañándome. Ad infinitum. 
Mientras, los compañeros juegan a las cartas con chicas de faldas ágiles. Les huele el aliento a sardinas, un hálito espeso de tabaco picado y burbujas mediterráneas..... nunca estuve en la prisión de Porto Azzurro, rodeado de criminales y mataviejas...... "No vale la pena molestarse en matarse porque uno siempre se mata demasiado tarde".
Demasiado tarde.


domingo, 4 de febrero de 2018

HIJOS DE SATÁN

Haciéndole caso a Cunqueiro acabé de leer "Los hijos de Satán", de Cobdan y Cabell. Ha sido difícil conseguir este descatalogado, pero  mereció la pena. La potencia marítima de Satanás encierra misterios insondables.
 Al parecer tuvo sus días de gloria (es un vulgar eufemismo, tal vez debería decir sus días de infierno, dado el tema que tocamos) en las grandes jornadas de la trata de personas en el siglo XVIII. Cuentan que un demonio llamado Baliel era jefe de las naves militares y mercantes diabólicas. Se hacía pasar por holandés y tuvo trato con el mismísimo presidente Jefferson. Con el sobrenombre de Luftson, Baliel, bajo, rechoncho, barbudo, dirigía la nao capitana, "igual que la del arca de Noé, pero de menor tamaño". También era el director de setenta bestias marinas capaces de transportar en sus espaldas cada día a setenta demonios desde Lisboa o las costas del África negra hasta las costas de América o Brasil, todo en una sola noche. Porque según el autor, las flotas diabólicas navegaban únicamente a la caída del sol, insistiendo en las numerosas noticias de esclavos negros, que una vez en tierra contaban que habían hecho el viaje solamente en una noche, atados sobre una piel azul, resbaladiza, húmeda. Estos esclavos habían viajado en los lomos de las bestias de Baliel y no en las naves de los negreros.
 Tuvo Baliel adeptos tales como Nelson, que había sido presentado por lady Hamilton, a la que un demonio llamado Barotto,(esto lo aprendí en otras lecturas) enseñó baile y técnicas concupiscentes amatorias. Prometió este diablo en caso de muerte nunca faltara ron al almirante. Recuerden que su cuerpo fue trasladado desde Trafalgar a Gran Bretaña dentro de un gran tonel de licor. De hecho, las tropas de Baliel estuvieron en la gran batalla naval de Trafalgar, ignoramos aún si visibles o invisibles. Grandes artilleros, podían lanzar sus cañones sin pólvora y, asomando la culata contra el enemigo, hacían fuego al revés, trazando las bombas un perfecto óvalo en busca de su letal destino. 
Muchas cosas aprendo en este libro de demonios Balièlicos. Incluso detalla el lenguaje de algunos delfines al servicio de sus hordas. Sobre el lenguaje de los animales marinos, embaucadores y vengadores, prometo hablarles otro día. 



LEYENDO SIN MORIR EN EL INTENTO

Me he escapado de la lectura sólo un rato. Deben de ser los astros que andan invertidos, el polo sur en el norte o el norte en el sur. O debe de ser la luna, que desde el mar de la tranquilidad ejerce presión contra las mareas interiores de mi cerebro. Digo que me he escapado porque últimamente soy cautivo de varios autores. Los más antiguos hacen mella en el corazón, pues, inesperadamente, me he vuelto a reconciliar con ellos. No tiene mayor mérito, aunque descubro que lo que había leído cuando yo era otro era también parte del otro.
 Con respecto a los que no son tan nuevos, llegan a fascinarme tanto que siento preocupación. Preocupación y pesadillas en noches de difícil digestión. Cualquiera que ose destripar a Vila Matas, por ejemplo, sabe lo que cuento. Héteme navegando en un maremoto literario barrio bajero. Camús, Sartre, existencialistas de mi juventud, (¿pero tuve alguna vez juventud?), versus Bolaño, Fonollosa, Vila o Padura, autor de novelas negras y perfeccionista en "El hombre que amaba a los perros". Fumo sin fin aspirando artículos y apuntes perdidos..........
 Camino por la literatura extrañamente, tengan en cuenta que el ensayo y la historia ocuparon gran parte cuando fui otro distinto también al otro del que les hablaba antes. 
Kafka es uno de aquellos añejos amigos que vuelve a ocupar mesita de noche. Mentira, mi mesita de noche es una base etérea compuesta por el libro de los seres imaginarios de Borges, un bestiario medieval , Simenón con sus Fantomes du Chapelier, y tres enciclopedias dedicadas al bombardeo de Dresde. Mentira ítem más: mi mesita de noche son aviones de la Raf, huidas de Veracruz, poemas de orín con fuego de Panero y algunas lágrimas de presbicia y pena.
 Ya digo que me he escapado un rato de la lectura, aunque sus cornetas tocan a filas. Vuelvo al submundo donde convivo con todos los otros que he mencionado. Yo mismo después de no ser nadie. 



CRAC

Una persona, deducía, que no supera las crisis, es una persona condenada. Ergo él era un condenado. Paseaba por jardines soleados apenas amanecer, así oìa todo lo nuevo, el crunch de las hojas desperezándose al recibir la luz, el pot de las hormigas al pisar las sombras, el ziiis de la primera abeja oliendo pistilos.
Después se sentaba con los ojos cerrados sabiendo que eso era lo único saboreable, más tarde vagaría fijándose en las crudas y siniestras onomatopeyas de la ciudad. Rebuscaría en alguna papelera, comería algo, cualquier cosa y ya está, misión cumplida, otro día más. Al caer la tarde buscaba el mejor sitio, aislado, arrastrando  cartones, zuuum sonaban, y apuraba un trago crítico, glop, glup. Por las noches, en cualquier esquina, soñaba con sonidos de grillos bajo la luna. Pura crisis.